Miles de años de conflictos
Una tierra con miles de años de conflictos y tumultos, pero también de gloria y esplendor. Cada encuentro tuvo sus dosis de peligro y oportunidades. Varios periodistas roanos decían que el papa se paseaba sobre una tierra diplomática sembrada de minas. Con palabras y gestos sencillos, pero poderosos, siguió su camino con toda seguridad entre minas terrestres.
Llamó la atención a todo el mundo sobre la necesidad crucial de insistir sobre los objetivos comunes de paz y solidaridad en un país convertido casi en sinónimo de contlictos y sectarismo en todos aspectos. Al final logró un éxito impresionante de organizar “una sesión de oración común” con los presidentes de los estados de Israel y Palestina en los jardines del Vaticano.
Artesano de paz
El principal objetivo declarado de esta peregrinación era de celebrar el 50 aniversario del encuentro histórico del papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras de Jerusalén en 1964. Este encuentro inició un proceso de reunificación entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa. El encuentro del papa Francisco con el patriarca Bartolomeo marcó una etapa importante en este camino de fe y de amor. El resultado ha sido la presencia del patriarca en los jardines del Vaticano aceptando la iniciativa del papa de rezar allí juntos por la paz acompañados por los presidentes de Israel y Palestina, quienes elevaron sus rostros hacia el cielo en señal de súplica y oración.
Un ejemplo para Nigeria
Esto es muy significativo para nuestro país, Nigeria. Siempre podremos rehacer nuestra historia y buscar un punto de entendimiento para construir un futuro mejor para los que vienen detrás de nosotros. El papa Francisco nos muestra que hace falta más valor para construir la paz que para fomentar conflictos. El presidente Shimon Perez dice que construir la paz es el deber que tenemos ante nuestros hijos. No debemos dejarnos desanimar por las dificultades que encontremos de construir una nueva historia de reconocimiento mutuo, de respeto y aceptación.
En los jardines del Vaticano, judíos y árabes, cristianos y musulmanes, católicos y ortodoxos se abrazaron y rezaron juntos con sinceridad. Que el Dios de la historia nos dé el valor y la sabiduría de acercarnos los unos a los otros más allá de siglos de desconfianza mutua y de diferencias de fe y cultura.
Cardenal John Onaiyekan. Arzobispo de Abuja (Nigeria)
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